El valor de lo nombrado
Al contemplar la agenda de El Día Internacional de… el
libro, el agua, la estadística, la infancia, la Tierra; consideró estimulante asignar un propósito a cada uno de nuestros días, lo que partiría por contemplar la
integridad de las partes; es decir, no puede ser el día internacional del árbol
y olvidarnos de los libros, de la infancia, de la familia; el propósito es
vivir y desarrollarnos conforme a valores como la equidad y la justicia,
abstracciones que para concretarlas implican otros conceptos como paz,
educación, legalidad.
En la realidad descansa nuestra palabra, al valorar lo
nombrado es que conocemos, exploramos el mundo; leer, aprender a leer se vuelve
entonces fundamental en la vida, más en la era del conocimiento. La realidad, se lee. Para lograr
tal empresa, ha sido convocada una institución como la escuela. El problema, como nuestras
autoridades educativas lo saben, es que nuestra situación es grave.
Conozco poco al secretario de Educación Pública, Emilio
Chuayffet, lo he entrevistado en algunas ocasiones y he convivido en una reunión de fin
de año, recién acababa de recibir el encargo de dirigir la dependencia educativa.
De una vitalidad convencida y con una astucia insoslayable, el Secretario enfrenta
las preguntas y sin resquemor, reconoce lo que le duele al sistema educativo.
Si tuviera que destacar una de sus virtudes, diría que es un
hombre lúcido, pero un hombre sólo no puede luchar contra todo un sistema, un
plan, una cultura que es un gobierno de facto; si no véase el caso de el Pacto
por México, para impulsar las reformas, el presidente Peña optó por esta estrategia; hoy dos de las tres fuerzas políticas que integran el pacto, salen
de él, luego entonces, se pausa la reforma financiera.
Con una agenda de cambios constitucionales, el Pacto por
México empezó con la denominada reforma educativa, estas modificaciones a la
Carta Magna, han impactado de manera irrelevante en las aulas mexicanas, pero
el mensaje que se emite desde la actual administración es que las cosas ya
cambiaron.
En los anuncios, la voz impersonal del sistema avisa: “Papá,
Mamá; hoy la reforma educativa ya es parte de la Constitución, lo que te
asegura más calidad en la educación de tus hijos”, después de la falsedad viene
el axioma “con una mejor preparación, podrán enfrentar el futuro de una manera
más exitosa”.
El Secretario de Educación lo sabe, si las cosas salen bien,
participan de manera entusiasta todos los actores, la sociedad se compromete,
las leyes reglamentarias se distinguen por su claridad, se organiza un buen
equipo para trabajo conjunto interinstitucional, en más o menos 30 años la
gestión educativa de la actual administración podrá verse reflejada en un salón
de clases. ¡Ay!, de aquel que con ello se desanime, la educación es un proceso de largo aliento.
Si la publicidad oficial obedeciera a la verdad, diría:
“Papá, Mamá; hoy la reforma educativa está en proceso, lo que te asegurará más
calidad en la educación de tus nietos”; así, esto no puede considerarse como un
logro, aunque sí como un avance. Éxito absoluto es en cambio, el que anuncia el
comercial firmado por el Pacto por México. Es el valor de lo nombrado y el de
saber leer la realidad textual.
Además, ¿cómo se va a creer que nadie está por encima de la
ley cuando se sigue viendo la prevaricación
de los funcionarios?