domingo, diciembre 23, 2012

El Sarcasmo del Cosmos II


Cada ser-en-el-mundo, sostiene un hilo del sistema (lo ke sucede), como se advierte, invariablemente - el sentido- depende del Yo que pende de lo Divino. Libertad y destino, en ese sentido, son idénticoz. Estamos “condenados a ser libres”, ha dicho Sartre. Hacer literatura es una forma de hacer filosofía. Y la filosofía, además de ser contemplación, ¡exacto!, como “la literatura es acto”, nos propone Derrida. Podríamos reconocer, entonces: si mi entorno me refleja, hay presencia de mí por todas partes; sin centro invariable, en la periferia de la nada.

Permítaseme aquí, un último apunte. Tomemos un libro de la biblioteca de la UAM Azcapotzalco; y veamos, por ejemplo, como presenta Alfonso Reyes, el libro, Los senderos ocultos, de Enrique González Martínez

Es éste el cuarto libro de un poeta. De un poeta que ha doblado ya “el cabo de Buena Esperanza de los treinta años”. Era, pues, necesario que la vocación se definiera, que la vaga aspiración poética se fuera plegando y orientando hacia una tendencia principal –eje de la vida interior.

Desde el “Era, pues”, hay un subrayado a lápiz trazado, antes de mi, alguien ya tomó este tomo, ¿quien lo subrayo era un creador acaso?, seguramente lleno de angustia y de caminos dispares; la forma estrepitosa en la cual discurre el lápiz bajo las letras y entre las letras, delata la presencia y el modo, quizá, lleva dentro un ansia viva de tener alas y volar, acaso, se azotase con los desvelos y con los ecos imprecisos de todo lo cantado, hasta quedar dormido junto al lívido fantasma de las meditaciones. Será, tal vez, ¿qué también se soñase en sueños nobles, como los autores que lee, y anhelara con aprehender el misterio mudo de todas las cosas? ¿Reconocerá, acaso, que la “aspiración poética” es “eje de la vida interior”? ¿Por eso el subrayado? Millares de libros hay en la biblioteca, y todas las páginas buscan: expresar lo que es, el ser. Ser que ya somos.    
¡Todo es espejo!
tu imagen te persigue
PAZ