De la escritura a partir de una lectura sobre TIC
El ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disci- plinas y que imposibilita aprender lo que significa ser humano.
Edgar Morin
Al dimensionar el valor de la palabra, entendemos a la voz como la revelación de la conciencia y a la escritura, como la expresión de un pensamiento lógico, limitado; es ésta nuestra forma de asistir al mundo, de expresarnos, ir hacia el otro y reconocernos, transparentarnos y contemplar como nuestra existencia se expande a través de la comprensión de la palabra hablada y de la palabra escrita.
Hasta ahora la escritura ha formado un discurso, la invención de los hermanos Lumière a finales del siglo antepasado, presentó una narrativa holográfica, lo cual, no es mas que otro modo de comunicar la realidad, tomar un fragmento y trascenderlo en el espacio y en el tiempo. De ahí lo que Alfonso Reyes llamaría, la nueva épica de nuestro tiempo, el cine.
Por su puesto, pendiente de la esencia de la vida, el cine ha reaccionado al cambio y hoy tenemos acceso al lenguaje audiovisual, en la casa en la escuela y en la oficina a través de sitios web como Vimeo o YouTube.
Como siempre uno descubre cosas, que de pronto se entera que otra persona ya había concebido. Aristóteles, manifestaba esta reflexión en los siguientes términos: "Los sonidos expresados por la voz son los símbolos de los estados del alma y las palabras escritas son los símbolos de las palabras emitidas con la voz".
Hablamos de la esencia del ser, y de la utilidad diaria de desarrollar un lenguaje para comprender el mundo; tal es el propósito de los sistemas educativos, el aprendizaje para la vida, que se logra a través de la voz del maestro que propicia el aprendizaje, de los distintos discursos y lenguajes que comprende el aprendiz.
Esta fuerza magnética de la palabra, no excluye el poder del ejemplo, la enseñanza a través de los actos. Los hechos como los dichos, son el punto de equilibrio donde el docente podrá fomentar una disposición o actitud del estudiante hacia la creación de su aprendizaje.
En el debate por mejorar la calidad educativa se habla cada vez más de la inclusión de las nuevas tecnologías como una herramienta que puede potenciar el desarrollo cognoscitivo del aprendiz, este diálogo entre académicos, lo podemos encontrar en la parábola "Un lápiz en cada clase" de Seymur Papert
La premisa de la parábola auspicia: "los lápices no contribuyen a un mejor aprendizaje", aseveración que podría expresarse de la forma: no porque lleves los mejores colores a la escuela podrás dibujar mejor.
Hablamos de nuevas tecnologías y suena arcano el planteamiento. Se recordará que la postura platónica del aprendizaje, contempla que el hombre no conoce, más bien, "re-conoce", de algún modo recuerda el mundo, aquél donde perviven puras las ideas.
Este planteamiento -y para que los helenos no se sientan tan solos-, es el mismo que don Juan Matus le hace a Carlos Castaneda. Contemplen la paradoja:
"Hace miles de años cuando el hombre comprendió que sabia, perdió de vista aquello que sabia".
En el contexto de Seymur Papert, valdría decir que llama la atención la siguiente expresión: "En las escuelas, en cambio, todo parece seguir exactamente igual", se asombra el psicólogo educativo al estudiar el funcionamiento de los centros escoalres.
Aquí encontramos otra paradoja, todo esto es pregunta ¿la escuela es por excelencia un semillero de revoluciones o más bien el guardián del orden establecido? De ser éste último, cabría reflexionar un poco con respecto a las tendencias de nuestra civilización.
El cambio climático, la alteración del orden genético en búsqueda del lucro, las investigaciones desarrolladas con afanes bélicos, los solipsismos masivos de las grandes urbes, el usufructo de los bienes naturales, el estado social del hombre sobre el hombre. Es prudente ¿adiestrar a los imberbes para que salvaguarden estas tendencias?
Contemplamos que las investigaciones de este orden, de avanzada, ¿son prácticas cumbre de nuestra noción de progreso? ¿Es lo que estamos enseñando?
Pongamos el caso de los maestros que salieron a marchar: "el maestro luchando también está enseñando" era uno de los estribillos que se escuchaban en la manifestación.
Qué enseñaban los docentes, qué bloqueando calles y mentando madres las cosas van a mejorar. El presidente, el presidente no los recibió, a pesar de las inconformidades evidentes, Calderón cerró sus puertas y sus oídos.
¿Cuál es la lección evidente, al gobierno no le interesa la educación? De ahí, hacia el fondo, hay dimensiones que hacen más compleja nuestra estructura social.
Hablemos de tecnologías, y al hacerlo, contemplemos la certeza de millones de mentes conectadas entre sí a un mismo tiempo y en diferido; sin límites de espacio, es la mente colectiva atendiendo una pantalla, se decía, un discurso.
¿Qué está diciendo esa pantalla? Lo importante, tanto para los educadores como para los filosos será, -que me corrijan los especialistas-, ¿para qué y por qué la estamos utilizando?
Contemplemos que deslizar la pluma por el papel es como la vida misma, son trazos que fluyen mientras una voluntad superior dicta. Lo importante es aprender a leer en los corazones y en las montañas, diría algún poeta sublimado.
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