viernes, agosto 02, 2013

Sin ti, cansado de ser sexy




Cuando te fuiste hacia tanto ejercicio
Mi memoria como mi cuerpo al recordarte
Tenía unas ganas de correr tan hondas
Sabía que necesitaba fortalecer la voluntad
Así que hacía abdominales para combatir la ansiedad
Una vez más volvía a practicar dos deportes
A la vez dos idiomas, escribía hasta el amanecer
Todos los días conté con el subsidio de mi familia
en mi cuarto vivía la congoja más grande y común
Del mundo me quedaba todo por aprender así que viaje
La tristeza de ojos verdes como dijera Bolaño
Iba conmigo en el portaequipaje en el equipaje mismo
Como en el que carga la maleta ¿qué íbamos a hacer
Con el recuerdo aéreo de tus caderas ciñéndose a mi vientre? 


"Sexy y solo, abrazado a un costal de hierba”, era la sentencia, aún la recuerdo, vivía en Playa del Carmen y la chica de los ojos grises, claros y grandes, leía impasible la frase, mientras Joel cortaba camarones en tres, les quitaba la tripa y también picaba apio; en ese entonces trabajaba como cocinero en un restaurante cuya especialidad eran las amigas de la jefa y los tacos de camarón; al leer aquella predicción sin lógica aparente, al deslizar el filo del cuchillo sobre el verdor resplandeciente del apio, Carlos sentía claramente, los ojos clavados de La Torera en todo el cuerpo, unos ojos de un café tan intenso casi rojos que se posaban en Rafael como ventosas. Podría decir  Juan que llegó a creer que La Torera “adquirió”, días después, un novio, sólo como para emitir de manera sutil el mensaje, "quiero hombre", pero por la forma en la cual lo trataba, se advertía, que Alfredo no era exactamente él que quería para ella. Alejandro puede decir que dejó de trabajar en ese lugar y jamás se acercó a La Torera, no era para Marcos, en ese momento, como tampoco era para él, Hellen, otra amiga de la jefa; Hellen era la inglesa con las piernas más hermosas en Playa del Carmen aquel verano del 2007, una bióloga marina, tierna y divertida con la que convivía Gerardo casi a diario en aquella época donde sólo podía pensar en su Jazmín irrepetible, su primer bióloga. Sexy y solo, pensaba Juan en aquél momento, se necesita soledad para escribir, tampoco estaría tan mal, escribiré y algún día, te volveré a encontrar, si y sólo si, logró convencerme de que padezco bipolaridad y no habita en mi, un parlamento que busca paz, en medio de la guerra, pensaba en aquel momento Victor, un tanto abstraído. A veces, sólo a veces, un recuerdo es un lugar para llegar. 

2 Comments:

Blogger Unknown said...

QUE HERMOSO!! ME TRANSPORTE A LA ESCENA!!

10:46 a.m.  
Blogger piroglosas said...

Muchas gracias compañera, reciba un fuerte abrazo lleno de luz y paz =)

10:51 a.m.  

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