Educación es Poder
Siete de cada diez alumnos no comprende lo que lee y falla a la hora de hacer operaciones aritméticas básicas. Postulemos el aparato orwelliano como digresión para contextualizar el poder del Estado, 2+2=5. Importa mas tener conocidos que conocimientos, dice Gil Antón. Es insensato contemplar que el gobierno quiera mantener a sus ciudadanos en la ignorancia, porque entonces frenaría su capacidad de progreso.
A menos que, el hambre por la acumulación de poder y de capital, lleve a conservar el conocimiento como el bien preciado para salvaguardar la tutoría del estado de las cosas. El poder es poder, asegura la dirigente del magisterio.
El maestro Gil, en su reciente artículo señala puntualmente que, tanto para desempeñarse en el balompié como en la educación, en la política, en el trabajo en general, además de ímpetu, se requiere compañerismo y “entender el negocio del buen trato al balón”.
Quien sino Elba Esther Gordillo para entender el negocio del balón. Largos años, vastos tratos, Presidentes vienen y van. Para burlar este juego, Denis Dresser, propone cojones para comandar el SEN. Quizá la inteligencia, la estrategia y la capacidad, se den por descontado. Lo que queda explícito es que se necesita un macho para detener a esa mujer.
Ese es nuestro sistema social, ¿Qué vas a ser de grande?, preguntan a una niña en el documental De Panzazo, Un adulto estúpido, es su respuesta. Dadas las condiciones en las cuales se desempeña nuestra sociedad, la adolescente, atisba su futuro. Si nuestro sistema se rige por la corrupción, ¿qué clase de civismo podrá valer para el alumno?
La Presidencia de la República gastó 6 mil 479 millones de pesos en publicidad, durante el 2010, apunta Villoro, mientras 50 mil escuelas no tienen agua. Fernando González, plantea que las exigencias del sistema educativo son generar desempeños que superen los consensos académicos del siglo XX.
Si somos francos, nuestro SEN está reprobado, asumirlo es aceptar nuestra necesidad de cambio, aprender el valor de la metáfora como la esencia del mundo.
El reto es construir y desarrollar las oportunidades para ascender a lo que por fin somos. Un mismo aliento. Poder es poder y como ciudadanos vamos por él. “Nada cambia si no cambio yo”, dice la canción.
¿Qué necesitamos? Ser honestos con nuestro máximo esfuerzo, amarrar la voluntad al corazón, abandonar las culpas y la iras, entender que se sirve cuando se es para el otro; la noción de justicia puede ser la semilla que la escuela aporte a la sociedad, hay una época que lo exige, un futuro que lo espera o no existe.